Ghost Forests: A Tangible Sign of the Climate Crisis

What is a Ghost Forest?

The climate crisis is killing coastal forests at an alarming rate and leaving watery graves behind. We’re in a race against time. As the climate warms, sea levels are rising. Storms, droughts, flooding, and fires are growing in frequency and intensity. One of the clearest indicators that we’re in trouble is the rapid deforestation happening along the North American Coastal Plain. From the Gulf of Mexico to the Upper Atlantic, coastal upland forests are dying at a rapid pace. What was once lush, healthy forests, are becoming salt marshes filled with limbless, barkless pale tree trunks. The dead trees resemble tombstones –like grave markers of where the land once was.

This phenomenon is known as a ghost forest and scientists agree that climate change is causing its spread.

Blackwater National Wildlife Refuge Ghost Forest Image by Will Parson, Chesapeake Bay Program.

What’s Creating Ghost Forests?

Rising seas, frequent major storms, storm surge, and flooding are pushing saltwater from the ocean deep into the interior landscape. The saltwater travels inland through canals, ditches, and drains to seep into the soil. More frequent droughts means there’s less rain to wash out the excess salt in the ecosystem.

Too much salt isn’t just bad for humans. Many tree saplings are intolerant of salinated soil, so they’re usually the first to die off. Salt tolerant plants like shrubs and grasses begin to replace the understory. As the saltwater intrusion becomes more frequent, mature trees stop growing and eventually die, too. Without saplings to replace them, all that’s left is large swaths of dead forests unable to regenerate. With the overstory gone, the saltwater marsh takes over. And while this transition alone isn’t necessarily detrimental, the process doesn’t end at the marsh phase. Over time, the marsh is overtaken as well. Huge areas of healthy forests are lost to the sea within just a few decades.

Blackwater National Wildlife Refuge Ghost Forests
Blackwater National Wildlife Refuge Ghost Forest Image by Will Parson, Chesapeake Bay Program. Flight by SouthWings.

Impacts of Ghost Forests

This massive tree death results in a loss of carbon storage and biodiversity, and it also affects local communities. Saltwater intrusion from sea level rise can damage crop viability, drinking water safety, and can cause residents to flee to higher ground. When ecological systems collapse, agricultural systems can collapse, and then the affected area can also suffer from economic collapse.

Ghost forests sometimes leave ghost towns in their wake.

Matthew Kirwan, a professor at the Virginia Institute of Marine Science (VIMS) who studies ghost forests, believes:

“Ghost forests are the most striking indicator of climate change anywhere on the Atlantic coast.”

Kirwan makes the connection between ghost forests and receding glaciers. One reveals where the ice used to be, the other where the dry land used to be.

In places like the Alligator River National Wildlife Refuge in NC, a recent study found that nearly 47,000 acres of forest have transitioned to marsh or shrubland in just the last 35 years. Dr. Emily Ury, an ecologist at Duke University who authored the study, concluded that 32% of the refuge has changed classification, and 11% of all forested cover in the refuge has transitioned to ghost forests. Ury’s study also shows that ghost forests expand largely after extreme weather events. This rapid transition has implications for ecosystem functions, wildlife habitat, and carbon cycling.

Slowing the Spread of Ghost Forests

Scientists and conservationists are racing against time to develop solutions. Science has only recently documented how fast the forest is retreating. Some fear we might not fully understand this problem before it’s too late.

NC ghost forests
Ghost Forest on the North Carolina Coast Image by Mark Hibbs, NC Coastal Federation. Flight by SouthWings

One potential solution includes coastal resiliency and restoration projects. Building living shorelines made up of plants, sand, and rock could slow erosion and help prevent coastal surges. Some areas have installed water control structures. These allow freshwater to flow out but prevent saltwater from flowing inland. Introducing salt tolerant plant species in threatened areas could also help to keep forests alive. Protecting standing forests from development and logging is also key. Most affected land is privately owned. That means education and collaboration with landowners is vital.

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En Español

Bosques fantasma: una señal tangible de la crisis climática

¿Qué es un bosque fantasma?

La crisis climática está matando los bosques costeros a una velocidad alarmante y dejando atrás tumbas acuáticas. Estamos en una carrera contra el tiempo. A medida que el clima se calienta, el nivel del mar aumenta. Las tormentas, sequías, inundaciones y fuegos están aumentando en frecuencia y intensidad. Uno de los indicadores más claros de que estamos en crisis es la deforestación rápida que se está produciendo a lo largo de la llanura costera de América del Norte. Desde el Golfo de México hasta el Atlántico superior, los bosques de las tierras altas costeras están muriendo a una velocidad acelerado. Lo que alguna vez fueron bosques frondosos y saludables, se están convirtiendo en marismas llenas de troncos de árboles pálidos sin miembros y sin corteza. Los árboles muertos se parecen a lápidas como tumbas marcando donde estuvo la tierra anteriormente.

Este fenómeno se conoce como bosque fantasma y los científicos coinciden en que el cambio climático está provocando su propagación.

¿Qué está creando bosques fantasma?

El aumento del nivel del mar, el crecimiento de grandes tormentas, las marejadas ciclónicas y las inundaciones están empujando el agua salada del mar hacia las profundidades del paisaje interior. El agua salada viaja al interior a través de canales, zanjas y desagües y satura la tierra. Las sequías más frecuentes resultan en menos lluvia para eliminar el exceso de sal en el ecosistema.

Demasiada sal no solo es mala para los humanos. Muchos árboles jóvenes no toleran la tierra salinizada y son los primeros en morir. Plantas tolerantes a la sal, como arbustos e hierbas, comienzan a reemplazar el sotobosque. A medida que la intrusión de agua salada se vuelve más frecuente, los árboles maduros dejan de crecer y, finalmente, también mueren. Sin árboles jóvenes para reemplazarlos, todo lo que queda son grandes franjas de bosques muertos que no pueden regenerarse. Con el bosque desaparecido, el pantano de agua salada toma el control. Y aunque esta transición no es necesariamente perjudicial, el proceso no termina en la fase de pantano. Con el tiempo, el pantano también se ve superado por el mar. Grandes áreas de bosques saludables se pierden en el mar en solo unas cuantas décadas.

Impactos de los bosques fantasma

Esta muerte masiva de árboles resulta en una pérdida de almacenamiento de carbono y biodiversidad, y también afecta a las comunidades locales. La intrusión de agua salada por el aumento del nivel del mar puede dañar la viabilidad de los cultivos, la seguridad del agua potable y puede hacer que los residentes huyan a terrenos más altos. Cuando los sistemas ecológicos colapsan, los sistemas agrícolas pueden colapsar, entonces el área afectada también puede sufrir un colapso económico. Los bosques fantasmas a veces dejan pueblos fantasmas a su paso.

Matthew Kirwan, profesor del Instituto de Ciencias Marinas de Virginia (VIMS) que estudia los bosques fantasmas, cree que “los bosques fantasmas son el indicador más llamativo del cambio climático en cualquier parte de la costa atlántica“. Kirwan establece la conexión entre bosques fantasmas y glaciares en retroceso. Uno revela dónde estaba el hielo, el otro dónde estaba la tierra seca.

En lugares como el Refugio Nacional de Vida Silvestre Alligator River en Carolina del Norte, un estudio reciente encontró que casi 47,000 acres de bosque se han convertido en pantanos o matorrales en solo los últimos 35 años. La Dra. Emily Ury, ecóloga de la Universidad de Duke y autora del estudio, concluyó que el 32% del refugio ha cambiado de clasificación y el 11% de toda la cobertura boscosa del refugio ha pasado a ser bosques fantasmas. El estudio de Ury también muestra que los bosques fantasma se expanden en gran medida después de eventos climáticos extremos. Esta rápida transición tiene implicaciones para las funciones de los ecosistemas, el hábitat de la vida silvestre y el ciclo del carbono.

Retrasando la propagación de los bosques fantasma

Los científicos y conservacionistas corren contra el tiempo para desarrollar soluciones. La ciencia ha documentado recientemente qué se está retirando el bosque tan rápido. Algunos temen que no comprendamos completamente este problema antes de que sea demasiado tarde.

Una posible solución incluye proyectos de restauración y resiliencia costera. La construcción de costas vivas compuestas de plantas, arena y piedra podría ralentizar la erosión y ayudar a prevenir las marejadas costeras. Algunas áreas han instalado estructuras de control de agua. Estos permiten que el agua fresca fluya pero evitan que el agua salada fluya hacia el interior. La introducción de especies de plantas tolerantes a la sal en áreas amenazadas también podría ayudar a mantener vivos los bosques. La protección de los bosques que quedan contra la urbanización y explotación forestal es muy importante. La mayor parte de la tierra afectada es propiedad privada. Eso significa que la educación y la colaboración con los propietarios de tierras es vital.

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